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Mostrando entradas de marzo, 2012

XVI

Amo el trozo de tierra que tú eres, porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo. Tú repites la multiplicación del universo. Tus anchos ojos son la luz que tengo de las constelaciones derrotadas, tu piel palpita como los caminos que recorre en la lluvia el meteoro. De tanta luna fueron para mí tus caderas, de todo el sol tu boca profunda y su delicia, de tanta luz ardiente como miel en la sombra tu corazón quemado por largos rayos rojos, y así recorro el fuego de tu forma besándote, pequeña y planetaria, paloma y geografía.

La verdadera personalidad.

     El que escribe, siempre deja pedazos de su yo real en lo que cuenta; por eso no me gusta que me lean... he pensado que en algún resquicio de mis cuentos o novelas se ve mi yo real y me da miedo. Entonces me pregunto: ¿Por que? ¿Será que mi yo de verdad tiene miedo de salir? No lo se. Lo que sí se es que me gusta escribir, soy mala, no tengo estilo y no escribo para los demás; escribo para mi y es entonces cuando me doy cuenta que en todo lo que escribo mi yo real está embarrado en cada coma, cada acento y cada palabra de mis letras. Y como he descubierto que así es, he decidido entonces abrir mi caja de sorpresas y mostrarle a los que me leen aquí (a quienes por cierto agradezco sus lecturas pero más su participación pasiva en este blog) quién soy en realidad a través de mis escritos de medianoche.

They made us believe...

They made us believe that real love, the one that’s strong, only happens once, more likely before your thirties. They never told us that love is not something that you can put in motion, neither has time schedule. They made us believe that each one of us is the half of an orange, and that life only makes sense when you find that other half. They did not tell us that we were born as whole, and that no-one in our lives deserve to carry on his back such responsibility of completing what is missing on us: we grow through life by ourselves. If we have a good company it’s just more pleasant. They made us believe in a formula “two in one”: two people sharing the same line of thinking, same ideas, and that it is what works. It’s never been told that it has another name: invalidation, that only two individuals with their own personality is how you can have a healthy relationship. It has been made to believe that marriage is an obliged institution and that fantasies out of hour should be repre