Tiempo y amigos...
Existen los amigos de siempre y existen los amigos de moda. Los de siempre nos conocen los defectos, los de moda los secretos. Los de moda siempre tienen planes novedosos y conversaciones vertiginosas; nos invitan a sitios que desconocíamos en nuestra propia ciudad y nos presentan a otras personas igual de interesantes. Los de siempre parecen venir haciendo lo mismo desde hace años y las charlas con ellos son cálidamente predecibles y cómodas. A veces somos tramposos y mentimos a los amigos de siempre para irnos con los de moda, inventándoles pretextos que no se creen pero de los que no se quejan. A los amigos de siempre recurrimos cuando tememos que podamos llorar, a los de moda cuando tememos que podamos aburrirnos. No siempre conoce uno la casa de los amigos de moda, pero los padres de los amigos de siempre nos reciben con gusto. Generalmente, los amigos de moda duran un par de años; mientras que los de siempre, a pesar de no verlos un par de años, perm