La Educación Indígena en México

Todo pueblo tiene derecho de hablar
su propia lengua, de preservar y desarrollar
su propia cultura, contribuyendo así 
a enriquecer la cultura de la humanidad.[1]

EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO
El Sistema Educativo Mexicano ha atravesado por las buenas y malas intenciones de la gente en el poder. Maltrecho, raído, reformado, mejorado, pisoteado y demás, ha sobrevivido a todos los embates que la política permite.  La educación en México sigue y seguirá siendo una prioridad en las campañas electorales; y una de las últimas actividades de la agenda gubernamental en cuanto a reforma estructural se refiere.
Aunque el debate político haga patente la incapacidad para conectar el desarrollo educativo con las reformas políticas y económicas, que hoy dividen profundamente a la nación mexicana, todavía no se visualizan los cambios estructurales correspondientes a un Estado que asume coherentemente su etnodiversidad.
El SEM sigue enfrentando las adversidades de quienes tienen el control sobre él, y poseen el poder de modificarlo. Desde el sistema educacional, las demandas sobre educación bilíngüe y multiculturalidad han resultado mucho menos influyentes que la doctrina de la modernización de la educación básica y menos interesantes que la pugna por la hegemonía de ciertos paradigmas pedagógicos en las cúpulas de las instituciones educacionales. En suma, las comunidades y escuelas indomexicanas deberán reconquistar su educación, al mismo tiempo que logran participación y capacidad de decisión frente a las instituciones gubernamentales.

1.   Desde hace algunos años, la Secretaría de Educación Pública imprime libros de texto gratuitos en lenguas indígenas; en el ciclo escolar 2003-2004 entregó un millón 200 mil libros que comprenden 172 títulos en 55 variantes de 33 lenguas indígenas, así como ocho libros de literatura en igual número de lenguas, los cuales sirven para que los maestros bilingües conduzcan el aprendizaje de la lecto-escritura de los niños.
El mayor problema que representa esta entrega de libros y la educación a los indígenas, es la falta de profesores capacitados: los hablantes de las lenguas indígenas solo son maestros por que los verdaderos profesores no hablan lenguas indígenas. Los educadores indígenas son los que menos leen (un libro por año, máximo); incluso algunos profesores solo cursaron la secundaria. ¿Acaso nuestros indígenas merecen calidad inferior en educación?
Desde esta perspectiva, la trasformación de la educación indígena hacia una educación intercultural bilingüe se concibe como un proceso gradual y permanente, en el que la DGEI (Dirección General de Educación Indígena) se compromete a establecer el marco normativo sobre el cual concretar el Modelo de Educación Intercultural Bilingüe. Actualmente, esta modalidad educativa se ofrece a 47 pueblos indígenas, en los servicios de educación inicial y básica, ubicados en 24 entidades del país.
No estamos en posición de resolver el “problema indígena” debido a que desde considerarlo un problema, es una situación sin solución.

LA EDUCACIÓN INDÍGENA EN MÉXICO
A lo largo de nuestra historia una de las principales preocupaciones ha sido la política lingüística; las lenguas indígenas se respetan, se prohíben, se rescatan, se utilizan como parte esencial de la relación interétnica y de la educación indígena.  La prohibición tajante de usar lenguas nativas en asuntos oficiales data del siglo XVII; la permanencia de tantas lenguas hasta nuestros días es señal del fracaso de dicha política; el reconocimiento legal de nuestro país como una entidad multicultural y multilingüe, apenas en 2003, representa un cambio radical en la política que promovía la desaparición de los idiomas autóctonos.  La castellanización obligatoria en todas las escuelas indígenas muestra la ambigüedad de dichas leyes.
El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) ha documentado en sus estudios la desigualdad presente en México en materia de aprendizaje. Los datos de este instituto que se refieren al rendimiento de los alumnos indígenas en sexto (La Calidad de la Educación Básica en México. Informe Anual 2006) y en tercer grado de primaria (El Aprendizaje de Tercero de Primaria en México: Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, 2007), muestran que las escuelas indígenas se encuentran siempre por debajo, de manera notable y significativa, de todos los demás tipos de escuelas: cursos comunitarios, escuelas rurales públicas, escuelas urbanas públicas y escuelas privadas. Mientras que el II Conteo del INEGI permite constatar que los niños indígenas aprenden a leer y a escribir más tarde en la escuela. Entre los hablantes de lengua indígena, de 8 a 14 años, el analfabetismo es de 13.5 % (a los 8 años un niño debe estar en tercer grado, y se espera que se alfabetice entre el primero y el segundo grados). En cambio, entre la población no hablante de lengua indígena, este porcentaje es de sólo 2.4 %. Los niños indígenas, incluso asistiendo a la escuela, presentan un rezago en la alfabetización consecuente. Como es de esperarse, esto es cierto en el caso del 99 % de los monolingües en lengua indígena.[1]
TIPOS DE EDUCACIÓN BILINGÜE[1]
TIPOS DE EDUCACIÓN BILINGÜE
Modelos
Orientaciones Subyacentes
Programas Típicos
Resultados
Asimilación
Monoculturalismo
Sumersión total
Bilingüismo sustractivo, adquisición deficiente.
Asimilación
Multiculturalismo e Inclusión Cultural
Sumersión relativa
Bilingüismo sustractivo, adquisición deficiente.
Preservación Intercultiralidad
Pluriculturalismo
Equilibrio
Bilingüismo pleno, enriquecedor.

La educación indígena escolarizada en México muestra las características de un proceso de largo aliento que se constituye, se detiene o se reconstituye, según los casos, en estrecha concatenación con la reforma política del Estado y los cambios socioeconómicos inspirados en concepciones neoliberales del desarrollo nacional. En síntesis, los alumnos indígenas, que son quienes más requieren de calidad en la atención educativa, son los que menos atención y calidad reciben. La mala calidad de la educación que recibe la población indígena, medida por los escasos insumos materiales y humanos que se le destinan, es la segunda causa de los mayores índices de deserción, reprobación y el menor aprendizaje de esta población en la escuela.

El problema educativo que existe entre la población indígena no sólo se resume en profesores de mala calidad, sino desde la estructura misma del sistema basada en el racismo; los indígenas no dejan de ir a la escuela solamente porque sus profesores sean malos, sino porque los profesores SABEN que son malos, que la infraestructura del plantel es pésima, los alumnos (en su mayoría) tienen problemas severos de desnutrición, parasitosis, o alguna enfermedad que para los no indígenas es curable y para ese sector es mortal.
Como país, es nuestro deber preparar maestros, apoyando las licenciaturas de maestros de lengua indígena instituída en la Universidad Pedagógica Nacional (currículum que no se ha difundido en todos los estados del país donde hay población densamente indígena), facilitarles el ingreso a las universidades, en síntesis permitirles el acceso a la educación desde todos los puntos posibles y brindarles la mejor educación, sin dejar a un lado sus tradiciones y creencias y respetando por encima de todo su derecho constitucional de ser tratados igual. Facilitar programas de apoyo que no solo les otorguen becas sino también alimentos.
¿Por qué en México se toman decisiones de política educativa infiltradas de racismo? Parece que se piensa: los indígenas se merecen menos; los indígenas no pueden aprender; es mejor que los indígenas dejen de ser indígenas y se asimilen a la cultura nacional; no es necesario que los niños indígenas tengan docentes profesionales. Precisamente para desmontar este racismo, para revertir estas actitudes, se hace necesaria una educación intercultural para toda la población y a todos los niveles educativos. De lo contrario, se continuará sin enfrentar de raíz la inequidad educativa en nuestro país.
*      La estrategia que se propone al respecto de esa población consiste en promover durante los primeros grados el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura en la lengua materna, e iniciar, cuando los avances logrados en los primeros grados lo permitan, la enseñanza oral y escrita del español como segunda lengua. En los grados educativos más avanzados se consolidará el uso del español, pero se propiciará  también la expresión en lengua materna. Así no se relega la importancia de su lengua materna y se les enseña español, para que posteriormente tengan mejor acceso a la educación media y superior en cualquier plantel del país.
*      Si queremos mejorar la equidad desde la base del sistema educativo, sería indispensable revisar a fondo la educación que se está ofreciendo a las comunidades indígenas, así como integrar los proyectos que se realizan a las leyes y declaraciones universales que rigen los trabajos de México en el área. La equidad educativa en el país pasa necesariamente por atender de raíz los problemas que afectan el aprendizaje de los niños indígenas.




[1] Rainer Enrique Hamel
Universidad Autónoma Metropolitana, México, D. F.
Departamento de Antropología

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